Vinos de cepas viejas

Se considera que una viña es vieja cuando la edad de las cepas es superior a los 30 años. Es en este momento cuando la cepa está bien adaptada al suelo y al clima, tiene un tronco más grueso, y sus raíces han crecido bastante y han alcanzado una buena profundidad. Cuando llegan a esta edad las cepas empiezan a producir menos uvas y más pequeñas, pero su calidad aumenta. Esta disminución de la producción hizo que, en el pasado, muchas viñas viejas fueran abandonadas o sustituidas por cepas nuevas, y por este motivo el número de viñas viejas es reducido. Actualmente hay una creciente voluntad de reivindicar el importante patrimonio que representan estas viñas que se conservan en nuestro país. Unas viñas viejas que con sus profundas raíces son capaces de extraer la máxima expresión de la tierra donde crecen.  

Cepas viejas

Vinos elaborados a partir de uvas procedentes de cepas viejas de entre 30 y 100 años.

Cepas centenarias

Vinos elaborados a partir de uvas procedentes de cepas viejas de más de 100 años.